lunes, 8 de agosto de 2011

Con lo poco que a mi me gusta tender....y la de tendederos que hay en mi vida

Salí de Pontevedra como si fuese el primer día de camino, fotografiando todo lo que me encontraba a mi paso...y con unas ganas de cachondeo impresionantes...

Yo sóla me contaba chistes y jugaba con la manita de cartel a ver donde la ponía...

Tenía el convencimiento de que iba a ser un buen día...y que no me perdería..
Las flechas que indican el camino en Pontevendra parecen líneas discontinuas en lugar de flechas que señalan un camino...parece que hay que ir "pisando flechas"...[los peregrinos parece que no tienen que cumplir las normas de educación vial, hay que cruzar en diagonal los pasos de peatones]...

En esta calle me paró una señora muy amable, que me vió haciendo fotos a las flechas (¡la de flechas que hay en Pontevedra, madre mía!) y me comentó que el año pasado, que era año santo, no había ni una sóla flecha en Pontevedra y que los peregrinos se quejaron porque se perdían y no podían llegar al destino, así que el Ayuntamiento tomó cartas en el asunto y mandó a unos operarios a que señalizaran "bien" el camino...y ellos interpretaron que había que poner una al lado de la otra...hasta en el puente (que no hay pérdida ni otro camino que tomar) había flechas una detrás de la otra..y yo que me había propuesto hacer fotos a TODAS las flechas!! así me pasó lo que me pasó que habían pasado tres horas y aún no había salido de Pontevedra...La señora amable, (que debía ser pariente del ciclista del día anterior, -por lo de la incontinencia verbal-) hablaba y hablaba, y me contó que el año pasado ella se llevaba todo el día en la puerta de su casa para avisar a los peregrinos cual era el camino que debían tomar...además también me contó una historia muy graciosa sobre su hijo... de las llamadas "historias del camino"...
(haré un post con la historia de su hijo Sebastián)

Ésta debe ser así de explicita porque no vaya a ser que algún peregrino no sepa lo de las flechas amarillas...como casi no hay ninguna en Pontevedra...

Y ésta es de las antiguas flechas...ahora comprendo porqué han puesto las nuevas...

De flecha en flecha, de reflejo en reflejo...y apareció!!


Mi perdición: los bolsos!!
y encima con un tendedero!!!! ay!!! con lo que me gustan a mi los tendederos!!!

Sabía que eso era una señal... tenía que ser una señal!!!
pasé casualmente por una ferretería, (en el camino estaba no tuve que buscarla) entré y compré cuerda, bueno no la compré me la regaló el dependiente, me dijo que a los peregrinos no les cobran...imagino que el señor no sabía que yo quería la cuerda pal "guarreo"...creería que llevaba algo suelto o la mochila rota...bueno! el caso es que me regaló la cuerda...y seguí andandito, fotografiando todas las flechas...no intervenía ninguna porque eran tantas,
que me abrumaban!!...

Llegué a un bosque ¡¡por fin!!...y allí estaban mis dos árboles esperándome...

ESOS SON!! pensé en cuanto los ví...
Aquí han estado esperándome durante años!!

Solté mis cosas, cogí la cuerda, los papelitos, los rotuladores...y empecé a alucinar!!

Sólo se escuchaban los pájaros cantar y un leve ruidillo contínuo de agua cayendo por algún riachuelo...me abstraje y sentí que el tiempo se detenía...era feliz, muy feliz...y cuando me dí cuenta, tenía montando el tendedero de mis "cosas bonitas"

















Escribí lo que en ese momento tenía más presente, sin prestar atención a lo que debía o no debía poner...fue como saliendo sólo...eran los sentimientos que tenía más a flor de piel...no intentaba hacer un tendedero pretencioso, ni con algún toque artístico-conceptual...sólo quería que el peregrino que pasara por allí sonriera con lo que yo había hecho...



Me fui alejando del lugar poco a poco...

Con un sentimiento desgarrador...
como el que te deja cuando te despides de alguien al que quieres
y sabes que no vas a volver a ver más...




Dejé mi tendedero allí, sólo...esperando que alguien le hiciera compañía...

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